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Pantallas y desarrollo cognitivo infantil: lo que dice la ciencia

 

Es sorprendente cómo una pantalla puede captar por completo la atención de nuestros hijos. Y lo tentador que resulta ofrecérsela en esos momentos límite, cuando necesitamos un respiro, un espacio para nosotr@s. En los últimos años se ha hablado mucho sobre el impacto de las pantallas en la infancia, tanto en medios como en conversaciones cotidianas. Pero más allá de opiniones o tendencias, he querido contrastar qué dicen realmente las investigaciones con base científica. Por eso, he revisado la literatura científica más reciente sobre el uso de pantallas y su relación con el desarrollo cognitivo infantil. A continuación, comparto los hallazgos más significativos para que cada uno pueda extraer sus propias conclusiones.

 

1. Asociación entre tiempo de pantalla y riesgos genéticos para trastornos del neurodesarrollo

Un estudio longitudinal analizó el comportamiento de niños entre 24 y 40 meses con predisposición genética a trastornos del espectro autista (TEA) y TDAH. Los resultados mostraron que estos niños tendían a pasar más tiempo frente a pantallas. Aunque no se estableció una relación causal, el estudio sugiere que el uso prolongado podría ser una señal temprana de estos trastornos, lo que abre la puerta a una detección más temprana y a intervenciones preventivas.

📌 Fuente: ScienceDirect

 

2. Tiempo de pantalla y desarrollo conductual en edad preescolar

En una investigación con 1.994 niños de 36 meses, se observó que aquellos que pasaban más de dos horas diarias frente a pantallas presentaban más problemas de comportamiento, retrasos en hitos del desarrollo y un vocabulario más limitado. En cambio, los niños con menos de una hora diaria mostraban mejores resultados en estas áreas. Este estudio refuerza la importancia de limitar el tiempo de exposición en los primeros años de vida.

📌 Fuente: PubMed

 

3. Implicaciones para el desarrollo cognitivo en la primera infancia

Un estudio centrado en niños de 18 meses encontró una asociación negativa entre el tiempo de pantalla y el desarrollo cognitivo. A mayor exposición, menor rendimiento en áreas como la memoria de trabajo, la atención sostenida y la flexibilidad cognitiva. La investigación destaca la necesidad de priorizar actividades interactivas y presenciales durante esta etapa crítica del desarrollo cerebral.

📌 Fuente: PubMed

 

4. Pantallas y control inhibitorio en la preadolescencia

Un estudio de seguimiento con más de 8,000 niños entre 9 y 11 años, identificó que el uso diario de pantallas se relacionaba con una conectividad más débil en las regiones cerebrales responsables del control inhibitorio. Esto podría traducirse en dificultades para el autocontrol, la toma de decisiones y la regulación emocional en etapas posteriores.

📌 Fuente: PubMed Central

 

5. Competencia socioemocional y lectura compartida como factor protector

Una investigación reveló que una mayor exposición a pantallas en la infancia se asociaba con alteraciones en las redes cerebrales vinculadas al procesamiento emocional y el control cognitivo. Sin embargo, la lectura conjunta entre padres e hijos actuaba como un factor protector, mitigando los efectos negativos. Este hallazgo subraya el valor de las interacciones afectivas y del vínculo en el desarrollo saludable.

📌 Fuente: PubMed Central

 

🎯 Reflexión final

Las pantallas forman parte de nuestra vida cotidiana, y no se trata de eliminarlas por completo. Pero sí de comprender cómo afectan el desarrollo cognitivo de nuestros hijos y cómo podemos usarlas de forma consciente, equilibrada y adaptada a cada etapa. La neuroeducación nos recuerda que el cerebro infantil necesita interacción, vínculo, juego y presencia para crecer en todo su potencial.

 

📚 Referencias